11
No reniego de mi pasado, porque hacerlo sería también renegar de ese mediodía en que me estaba emborrachando sola en una confitería y mi ángel de la guarda con gorrita y auriculares adivinó mi tristeza y simplemente cayó.
Y me sacó. Y me llevó a mi casa.
Y me dijo que soy una mina maravillosa.
Y que tengo todo para ser feliz.
Gracias!
No hay comentarios:
Publicar un comentario